Querida Comunidad, es una alegría poder comunicarnos con todos y todas después diversas experiencias de celebración en torno a nuestra Madre María, Merced de Dios.
Que todos los afanes, preparación, celebraciones litúrgicas, artísticas, deportivas, novena, experiencias solidarias y otras actividades haya impulsado nuestro crecimiento en la libertad y sensibilidad para detectar situaciones de cautividad en nosotros/as mismos/as, en nuestras familias, en nuestros centros trabajo y en el entorno local y nacional.
Nuestro carisma y espiritualidad mercedaria misionera nos invita a seguir trabajando por la dignidad de la persona, especialmente de los más débiles y excluidos de nuestra sociedad.
Que María nuestra Madre de misericordia y ternura, junto con Lutgarda mujer audaz, sigan inspirando crecimiento personal y nuestro caminar comunitario como semillas mercedarias que dan fruto y fruto en abundancia como signos del Reino de Jesús.
Auguramos para todos y todas una linda clausura de este mes mercedario.
Hna. Germania Ortíz y Ana Tenorio
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